Crear es prolongar el grito interior; no querer
conformarse con una estrella más cerca. Es la forma más justa de corresponder a
esa hambre insaciable de acercarte y conocerte, adentrar en tu universo y en
ese regocijo encontrar mil posibilidades. Es encontrar el sentido a la locura.
Es saber que nada está de más, que hasta el más pequeño impulso creativo hará
saltar a un corazón que sintió necesidad
de abrirse y mostrarse.
En la creación siempre se cuela una ilusión, un
impulso que va rompiendo las cadenas del miedo y extingue la vergüenza. Ese
mismo deseo va haciéndolo todo; solo fluye como una risa exacerbada. Crear es
confiar en ti, pero sobretodo, darle valor a lo que eres. Es deshacerse del qué
dirán y abrazar la ilusión de poderlo todo. Es desnudar el alma en una hoja de
papel; es no saber de cordura; es rendirse ante la necesidad de plasmar en
letras un canto de ensueño. Es encontrar en un beso, en un abrazo o en el claro
de luna un sinfín de razones.
Crear es no temer arribar a un lejano puerto. Crear no
es más que creer que vale la pena, que vale la vida escribir. No es más que
aventurar en un enigmático océano que antes parecía peligroso. Crear es darle
el rotundo no a la desesperanza y sonreír porque lo que está sucediendo es tan
real como increíble. Si, eres tu quien tiene el poder. Ya no temerás al amor ni al dolor, irás
aceptándolo a los dos como parte de la vida. Ahora y en estos momentos, cuando
el alma quiere gritar, danzar y cantar, encuentro más formidable el futuro.
Encuentro seguridad en mí mismo y en lo que soy. Estar orgulloso de ser quien
eres debe ser la forma más sublime de libertad. Atrás quedan sonrisas ausentes,
metas inconclusas, y la aniquilación de la ilusión. No mereces lo que sueñas,
sino por lo que estás dispuesto a trabajar, soltar las amarras y tomar fuerte
los remos.
Crear es ignorar los límites y abrirle paso a las
posibilidades que solo esperan por ti. Liberarse del caparazón que muchas veces
y de forma inconsciente se instala en nuestra alma. Crear es poder encontrar en
los amaneceres y las puestas de sol algo que siempre has de necesitar: ganas de
seguir, ganas de luchar por todo lo que mereces. Sólo debes tomar tu pasión y
jamás soltarla: vivir, al fin y al cabo. Ya todo tendrá sentido: un mundo que
parece de piedra; cada caída, cada lágrima, cada desilusión solo será la
tormenta que precede al perentorio amanecer.